No me voy a echar más de menos

En este tiempo de “cuarentena” he visto dos grupos de personas, los que han aprovechado el tiempo para conectarse mas con ellos mismos y por ende con su verdad, y los que se han enfocado aún mas en lo externo y se desgastan (o no) enjuiciando a los demás.

A pesar de que todo el mundo cree que enjuiciar es simplemente criticar negativamente, poner a otra persona muy arriba también lo es...y ¡Como nos gusta alabar superficialidades!

A pesar de q el no juzgar(se) es un trabajo diario, y no es muy fácil que digamos, cada momento sigo tratando de volver a mi centro, a mi verdad.

La verdad es relativa, no es absoluta, y por eso tu verdad no tiene que ser igual a la mía. Cada verdad está compuesta de todas las creencias, experiencias y facetas que nos hacen ser nosotros mismos, y hay que reconocer lo bonito de nuestras diferencias.

Reconozcamos que la vida es una canción pero también identifiquemos el ruido. Ruido que nos hace sentir mas ansiosos, ruido que nos hace sentir que no somos suficiente, ruido que aturde.

Yo en el silencio me he conocido mas, he encontrado certezas en medio de un mundo con fachada de signo de interrogación, he sido valiente y poco a poco me he vuelto mi mejor amiga y aliada.

Preguntate conmigo, ¿Soy de los que viven su verdad o soy el actor de la verdad de otro? ¿Hago música o hago ruido? ¿Soy libre o vivo en piloto automático?

Tu verdad es tuya y eso te hace auténtico(a). Plenitud es vivir siéndonos fieles a nosotros mismos, y por eso hoy te digo, vive y actúa desde el corazón y así nunca te echaras de menos.